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domingo, 1 de diciembre de 2013

Capítulo 1 (Parte 2)


Marta iba conduciendo de vuelta a casa. El caso en el que estaba se había alargado y se había tenido que quedar bastante más tarde.

Ella era una mujer moderna, para nada aparentaba los 48 años que había cumplido semanas atrás. Solía ser muy ordenada, en su coche nada se salía de su lugar, menos un montón de papeles desordenados que, junto a su móvil habían sido puestos en el asiento de copiloto. Probablemente esa noche se quedaría hasta tarde arreglando el papeleo.
Su pelo era bastante corto y su minúscula melena caía es una cascada castaña. Su hijo había heredado sus ojos verdes. Sólo sus ojos. Y, bueno, su motivación por los libros.
Iba escuchando música clásica, ya que la ayudaba a relajarse después del trabajo. Mientras tarareaba un canon empezó a sonar su móvil.
Marta lo ignoró, una buena conductora no coge el móvil mientras conduce.
Pero enseguida este volvió a sonar otra vez. Y otra más. Al final lo acabó cogiendo y, viendo el número que le aparecía en la pantalla sospechó que algo ocurría.

-Reus hijo, ¿qué te pasa? Ahora llegaré a casa, espero verte ya en pijama- Dijo preocupada esperando escuchar la voz de su hijo diciendo que no pasaba nada.
Pero una voz desconocida empezó a hablar por el auricular.
-¿Es usted familiar de Reus Fernández?
-Sí, ¿Por qué? ¿Qué pasa?
-Lo sentimos, su hijo acaba de tener un accidente en la carretera secundaria de Pozuelo1 a 10 kilómetros de la capital.
Ahí Marta saltó de un bote. En su  mente surgieron sensaciones que pensó que nunca iba a tener. Dio un volantazo en medio de la carretera y aumentó su velocidad hasta alcanzar la máxima que podía permitirse.
En apenas cinco minutos llegó al lugar donde todo había ocurrido. Había dos ambulancias y varios coches de policía. Uno de los agentes le tomaba declaración a un Jorge más distinto de lo normal.
Apenas respondía a las preguntas y si decía algo eran palabras que no tenían sentido.
-Mariposas. Mariposas volando… Sofía… Faltas de ortografía… Reus cabreado conmigo… Me gritó… Otra vez Sofía… Curva y árbol... Negro. Todo negro. Gritos, Reus gritando. Silencio- Empezó a llorar a lágrima viva y se tapó la cara con los ojos. Una enfermera le colocó una manta sobre los hombros y se lo llevó a una ambulancia.
Marta miró a los lados y lo que vio no le gustó nada. El coche estampado contra el árbol apenas era reconocible.
El lado del conductor estaba completamente destrozado. Parecía un montón de chatarra comparado con el lado de Jorge, casi intacto.

Unos policías se acercaron a hablar con ella sobre lo que había pasado.
-El amigo iba drogado, no sabemos si su hijo también había tomado drogas. Ahora mismo está en un estado de inconsciencia en la ambulancia número 2. Presenta numerosas heridas provocadas por el accidente. Dudo que la dejen entrar a verle. Hoy ha sido un día negro, ¿sabe? Este es el tercer accidente en apenas unas horas. No se qué les pasa a los jóvenes de hoy en día. Piensan que van a vivir para siempre y luego pasa lo que pasa. Además, su hijo era menor, ¿sabe usted que hacía conduciendo a estas horas de la noche?
-Tenía diecisiete años, se iba a sacar el carné nada más cumplir los dieciocho. A veces le dejábamos coger el coche, es muy responsable y además nunca ha tenido faltas con nosotros. - No le salían las palabras de la boca. No conseguía entender lo que pasaba… Bueno, sí que lo entendía, pero no quería entenderlo- Joder, joder, joder. Entonces mi hijo… ¿Está en coma?
-Dado el estado de gravedad lo vamos a evacuar inmediatamente al hospital más cercano, lo sentimos mucho. Ahora le trasladaremos, puede acompañarles- Dijo el agente señalando a la ambulancia, que ya había encendido el motor -. Yo me voy con el otro chico a comisaría, a llamar a sus padres y todo eso. Pueden meterse usted y su marido en un lío, por eso de que era menor. Bueno les deseo suerte con su hijo.
Se despidió educadamente y se fue en el coche con Jorge, que miraba a la nada en busca de una explicación.
Seguidamente Marta se metió en el suyo y encendió el motor. Vio la vida de Reus pasar ante sus ojos mientras conducía al hospital.
Siempre había sacado buenas notas, al entrar en primaria ya sabía escribir y leer, y también sumar, restar, multiplicar y dividir.
Su primera novia la tuvo a los 12 años. Era una niña del vecindario, hija del director de una editorial. Reus y Jorge se pelearon por ella y al final Reus prefirió a Jorge y la acabó dejando.
Su hijo leía mucho y no aguantaba las faltas en escritos, era una de las cosas que más odiaba. Aunque más odiaba a la oscuridad.
Un día cuando apenas había hecho 5 años se quedó en casa una tarde. Ese día hubo un apagón y hasta que no volvieron sus padres Reus no se movió de debajo de su cama. Tenía miedo de que alguien malo apareciese.
Al final, a los 17 años Reus era un chico derecho y educado. Seguía odiando la oscuridad, pero ya había superado el miedo.
Ese año se graduaría del instituto y entraría en una universidad prestigiosa de Gran Bretaña. Ya tenía su futuro montado y parecía que nada lo iba a joder.
Pero pasó lo que pasó.

Marta se quedó en el coche, viendo como sacaban a su hijo en camilla y le metían en el hospital corriendo.
Unos golpes en la ventanilla la despertaron de sus recuerdos.
-Hola, es usted la madre del paciente ¿verdad? Necesitamos que nos diga su nombre, el grupo sanguíneo y las alergias. También que rellene este formulario- Era una de las enfermeras que habían ido al lugar del siniestro.

La sala en la que habían colocado a Marta era gris, un color muy triste pero que encajaba perfectamente con su estado de ánimo, a su alrededor vio unas filas de incómodas sillas de plástico negras pegadas en la pared, una máquina de café y otra expendedora de comidas varias.
En las pareces había colocado el cartel donde se veía la cara de una mujer mandando guardar silencio  y al lado de las máquinas había una ventana con notables marcas de huellas, seguramente de las personas que anteriormente habían pasado una larga espera.

Mientras, Reus estaba en el box2 número 4, donde trataban de estabilizarle antes de llevarle al quirófano dos, para escasearle y parar las distintas hemorragias que pudiese tener. A primera vista se podía ver que la cara la tenía parcialmente hinchada, y un feo golpe en el lado izquierdo y tenía cortes por los brazos, así mismo preocupaba la herida abierta que se había producido por la rotura del fémur derecho. En la sala, lo único que producía sonido era una máquina de respiración asistida que le mantenía con vida. Todo lo demás estaba callado.
Marta miraba desde fuera de la habitación donde iban entrando y saliendo con prisas los médicos y enfermeros. No dejaba de observarles. A lo mejor todo era una pesadilla.
No, no era una pesadilla. A partir de ahora tendría que convivir con esa imagen en la mente.
-Cariño… Joder…
Antonio entró en la sala de espera. Tenía la cara sudorosa y el traje de pana todo arrugado.
Su pelo gris estaba húmedo del sudor y en sus ojos azules se veía preocupación.
Abrazó a su esposa y la miró buscando respuestas.
Marta observando a su marido pensó que Reus y su marido se parecían bastante. Ambos eran, altos, delgados, de ojos claros y de boca fina, aunque Reus era mucho más atractivo que su padre cuando tenía su edad.
Un médico salió de la sala donde se encontraba su hijo y les comunicó la primera valoración del estado de Reus.
-Familiares de Reus Fernández- Marta y Antonio se miraron a la cara y se acercaron al médico-, Lamento no tener muy buenas noticias sobre su hijo, después de una primera valoración y después de valorar todas las pruebas medicas realizadas, en vista de todos estos resultados, debo comunicarles que el estado en el que se encuentra su hijo es traumatismo craneoencefálico grave, conocido como un coma, decirles también, que cuanto más tiempo en coma esté, más graves serán las lesiones al despertar. Deben tener en cuenta que en función del trastorno cerebral que padece su hijo, no solo deben estar preparados para lo peor, un riesgo de muerte  sino que tenemos que barajar la posibilidad de que no recupere la consciencia después de este accidente- Ella se echó a llorar en los brazos de Antonio, que aguantaba las lágrimas y evitaba parecer abatido-. Ahora pasaremos por el quirófano y le haremos la revisión final.
Sacaron a Reus con la máquina de respiración y se fueron al quirófano, dejando a los padres destrozados por lo que acababan de oír.

-Crees… ¿Crees que logrará despertar? Tenemos muchas cosas que decirle… Tiene que conocer la verdad…
-No se que pasará a partir de ahora Marta. Sinceramente no lo se.





1, Pozuelo de Alarcón: Municipio español de la Comunidad de Madrid situado al oeste de la capital.

2, Box: Espacio donde se le dan los primeros auxilios a un paciente en un hospital.

3 comentarios:

  1. Ey, me gusta bastante^^ Y encima yo vivo en Pozuelo :D

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  2. puffff, eres mala Andrrrrrrea :( sabes que soy sensible!!!! y me pones un medio cap muy triste; mas la intriga de que son esas cosas que le deben decir; BAD PERSON SIGUE ESCRIBIENDOOO!! me encantaa! ^_^

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  3. Me gusta mucho, sigue así ^^ un beso.

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