Entre las risas y la pizza la noche
continuó con la juerga en casa de Alice. Sobre las doce comenzaron los juegos
de los jóvenes, que enchispados por tanta bebida buscaban diversión sin ruidos.
-¿Y si jugamos eeems… a prueba o
verdad? Eeeh chicos- Lucas era al que estaba peor, pues su cuerpo no solía
aguantar nada de alcohol.
-Nooo otra vez eso nooo Lucas- Katia
se reía del comportamiento de su amigo.
-Chiicoss, yo me voy a dormir con
esste figurín de aquí- Alice apenas había bebido, pero ya estaba arrastrando
las eses.
Reus estaba sentado en el suelo
mirando a un punto fijo, otra vez pensando en qué y cómo hacer cada cosa, aunque
en su estado poco podía hacer.
“Bebe y olvidarás, vuelve en ti y te
acordarás”.
Esa frase de Jorge nunca se le
olvidaba, siempre se la decía cuando estaba en su baño a punto de vomitar todo
lo que llevaba en su estómago.
Los recuerdos de algunas noches en el
baño empezaron a bullir en la cabeza de Reus.
-Jorge, no sigas bebiendo tanto
anda. Ya que no lo haces por mí. Al menos hazlo por ti.
-Pero da igual, ssi mi vida ess una
mierda- Decía el chico intentando resultar razonable-. Ninguna chica mme quiere
y suspendo toodas y no y encima trabajo commo camello y soy el drogata y eso
hace que todos huyan de mí y…- Una arcada le interrumpió.
-Venga tío, me tienes a mi para todo
ya lo sabes. Somos amigos pase lo que pase y ocurra lo que ocurra- Reus
intentaba sonreír ocultando sus verdaderos sentimientos mientras daba
palmaditas en la espalda de su mejor amigo.
Recordando todo aquello no se fijó en
que Katia y Lucas se habían ido hacía rato, además de que Alice y su novio se
habían acostado ya.
Aunque cualquiera que se percatase de
los sonidos de su habitación se habría dado cuenta de que precisamente dormidos
no estaban.
Y Susi… Bueno, esa estaría en la cama
o en el baño.
Tambaleándose se acercó a su habitación
y se echó en la cama al lado de la chica, que ya parecía estar dormida.
Entre vueltas y más vueltas se acabó
durmiendo con Susi a su lado, que le miraba entre la penumbra intentado
desenmarañar lo que pasaba por la mente de Reus.
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